LOS DERECHOS HUMANOS Y FUNCIÓN POLICIAL.
Históricamente, en el
ejercicio de su función las funcionarias y los funcionarios policiales han
venido evidenciando todo tipo de conductas inadecuadas, las cuales devienen de
un antiguo modelo de formación centrado en un enfoque militarista, que actuó en
detrimento de la propia seguridad de las ciudadanas y los ciudadanos. Este
enfoque se caracterizaba por el uso indebido o excesivo de la fuerza; por la
aplicación de técnicas y procedimientos, sin diferenciar los casos en los que produzcan
daños y perjuicios a las ciudadanas y los ciudadanos; y por la existencia de un
alto grado de corrupción policial. Todo esto denota una carencia de principios
y de valores éticos y morales en la actuación policial, que se evidencia en el
fuerte desapego al respeto de los Derechos Humanos.
Como consecuencia de ello,
el gobierno del presidente Hugo Chávez Frías, en concordancia con el modelo de una
sociedad democrática, participativa, protagónica y corresponsable, expresado en
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y con una clara
intención de corregir tales desviaciones, ha iniciado –a través de la UNES– un
proceso de formación mediante la instauración de un nuevo modelo policial, en
el que las y los oficiales posean habilidades y destrezas para aproximarse a
sus semejantes, haciendo uso visible de su carácter humanitariamente
preventivo.
Aunque los problemas
policiales antes mencionados, vinculados con la ética, los valores y el
ejercicio de la ciudadanía, son atribuibles a la educación, en tanto que han provisto
de estructura a nuestra sociedad y la han marcado con un cuerpo axiológico que
ya no soporta los embates nocivos de antivalores expresados en términos de criminalidad,
esta condición de descomposición social generada justifica el desarrollo de un
plan de educación en materia de seguridad, donde sus propósitos y objetivos se
orientaria al acercamiento y ejercicio político legítimo de valores
fundamentales, como la vida, la justicia y la solidaridad que son, en sí mismos,
la misión humanista de la revolución bolivariana.
La tarea de la educación o
de los procesos formativos de la UNES, vistos en los múltiples ámbitos de la
cotidianidad familiar y comunitaria, podrán crear prerrogativas frente a la necesidad
de transformación que se quiere generar en los procesos de formación en los
ambientes de aprendizaje, lo cual contribuye a la profesionalización de las
funcionarias y los funcionarios policiales, a la vez que permite la cancelación
de una deuda social y política acumulada desde la fundación de la República.
Es así como Derechos Humanos
y función policial cobra relevancia en el ámbito policial venezolano, en tanto
que se dirige a revertir la actuación policial caracterizada históricamente por
su proceder represivo y discriminatorio contra los sectores en situación de
pobreza y/o exclusión, a fin de construir un nuevo modelo policial, favorable
al pueblo, especialmente a los sectores estructuralmente discriminados, lo que
requiere, entre otros aspectos, de una formación humanista, crítica, que
incentive el compromiso de las funcionarias y los funcionarios con el respeto y
garantía de los derechos humanos, y que trascienda el aula de clase, para
reflejarse en las prácticas cotidianas del centro de formación y del ejercicio
de la función policial.